La divulgación científica abarca la difusión y comunicación del conocimiento, adaptándose a diversos públicos. Es crucial planificar con estrategias que consideren el objetivo y la audiencia, utilizando metodologías adecuadas. La evaluación continua, tanto cualitativa como cuantitativa, asegura la efectividad y adaptación de las actividades de divulgación.
Aunque no existe un modelo formal y estandarizado para evaluar la divulgación científica, es crucial realizar una autoevaluación continua del impacto y la efectividad de las actividades de divulgación. La evaluación debe considerar tanto los resultados cuantitativos (como el alcance en redes sociales) como cualitativos (como la calidad de la interacción y el feedback del público).
Te proponemos los siguientes puntos como prácticas útiles en la divulgación de la ciencia: